Revisé toda la casa... estaba vacío, era todo desolador, se podía respirar sufrimiento en el aire, pero no había nadie, ni el viento corría, era el peor sitio en el que me había tocado estar, mi novia aún dormía, no despertaba, no reaccionaba a mi, su ''salvador'', aquel que alguna vez le fue fiel en su promesa, pero la cual había sido destruida y pisoteada por esos personajes... les tenía tanto odio... habían tardado nada en destruir mi vida y la de mi amada... la cólera me invadía, el desgarrador sentimiento de que ella no despertaba, sentía como si hubiesen colocado un gancho para carne en el pecho y me hubiesen tirado lo suficiente como para torturar, pero no tan fuerte como para acabar conmigo... sentía un miedo que me atravesaba, pero era contra arrestado con mi ira y odio, odio puro... era un ser lleno de rencor y cegado por el odio hacia ellos... me acerqué a ella... me senté al lado de su figura y la abracé... mi corazón me estaba matando, los ojos dolían, su figura se desvanecía a mi mirar... los acordes de mi triste canción iban cada vez mas lento, cada vez la intensidad del dolor aumentaba, cada vez que la pensaba, cada vez que me recordaba el no poder haberle protegido... yo se que ella me perdonó en ambas ocasiones, pero eso es algo que yo no haría, algo que no podía permitirme... mi alma y mi vida serían mi tributo a salvar su vida... estaba dispuesto a todo para que ella se librase de toda culpa de sufrir tan cruel y desgraciado destino... la dejé ahí tirada y bajé al único lugar al que no había revisado de la casa... el sótano.
Una vez abajo prendí mi linterna, no vi nada... camine y revisé todo el perímetro, pero aquello único que logré ver fue a Valeria llorando en una esquina... me acerque a ella, pero no respondía, estaba cubierta de sangre por todos lados... había un cuchillo ensangrentado en el suelo... la sacudí para hacerla reaccionar, pero ya estaba inconsciente... sus muñecas habían sido cortadas por el frío cuchillo asesino... mi amiga había fallecido ya en mis brazos, su sangre se drenaba por el desagüe en el suelo... no lloré, sufrí por ella, pero no derramé lagrima, ahora debía eliminar a los responsables.
Subí nuevamente y me encontré con ellos nuevamente arriba, estaban haciéndole alguno de sus experimentos a ella, tomé mi escopeta con agilidad y le disparé a uno de ellos, pero fui reducido casi al instante... NO... NO PODÍA PASAR NUEVAMENTE... no podía dejar de protegerla... luche contra tres de ellos por zafarme, desembainé mi mágnum y le atiné a uno en la cabeza y otro directo al cuerpo, el tercero me eliminó del juego con un golpe en la nuca... abrí mis ojos y ahí estaba ella, aun inconsciente, y ellos haciendo exámenes... tomé mi mágnum nuevamente y me decidí que ya era momento... maté a mi opresor y a uno de los doctores que atendían a mi chica... me acerqué a ella y saqué la daga con la qué me había roto el corazón y amenazando al médico le puse el cuchillo sobre el cuello, levanté su suave y terso cuerpo... tan bella como una elfa, tan suave y tierna, su respiración... recordé todos los momentos agradables que alguna vez pasamos, me dolía, el alma me dolía, los recuerdos eran desgarradores...
Yo ahí poniéndole un cuchillo en su cuello, jamás creí eso posible, pero es lo que había decidido... los doctores no sabían como reaccionar, tenían compañeros muertos y yo aquí atentando contra su plan.
Ella despertó, y al ver la escena y al verme a mi rompió en llanto, no pude soportarlo y la abracé aún con el cuchillo atentando contra ella... << perdóname por no poder protegerte, pero esta vez ya no te harán nada>>, ella me miró y me dio su beso final... << te amo, no me dejes...>>... mi pecho presionaba con fuerza... << NUNCA... jamás te dejaré... siempre estaré a tu lado para protegerte y cuidarte... siempre ahí para hacerte sentir segura...>> la besé con locura... nuestros labios quemaban mas que nunca, nuestros cuerpos encendidos en uno, ambos preparados para morir aún en la incertidumbre de saber quienes eran ellos ni que querían... alcé aquella ensangrentada daga y luego...
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