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viernes, 14 de octubre de 2011

La noche anterior XI

 Era un momento difícil para mi, solo quería llorar, me sentía caer y morir, pero aun así le sonreía, quizás el ver su sonrisa acompañada de la mía era lo que me mantenía en pie. Mas no pude mas que improvisar, y seguir adelante aunque no sabía si resistiría toda la presión, ella de vez en cuando me preguntaba si me encontraba bien, mas yo le respondía con una sonrisa y un beso, necesitaba mantenerla feliz, de no ser así terminaría mi muerte interior.

 A pesar de que la presente frente a mi era Valeria, aun podía sentir vestigios de mi chica, lo que me confundía aun mas. La tomé de la mano... aunque no fuese mi chica necesitaba apoyo, tome la determinación de no besarle si es que ella no lo pide... no sabia realmente si era Valeria o ella... quería huir de la posibilidad de preguntarle y causar alguna ruptura que desencadenase algún mal desenlace... caminé con ella de la mano por el lugar, parecía desierto, aunque habían rastros de sangre en el suelo, como si hubiesen arrastrado a alguien... decidimos no seguirlos, podría ser peligroso, así que seguimos avanzando... en la parte de la salida de aquel bizarro hospital tuvimos que escondernos, habían muchos doctores, habían muchos enfermos en camillas... no, no eran enfermos, era gente sana, pero habían sido inducidos al estado en el que estaban... era una escena que me daba asco, habían gritos de dolor y desesperación... de un momento a otro Valeria volvió a ser mi chica... tenía miedo, estaba aterrada, estaba inmóvil en el suelo tapándose los oídos... me incliné a su altura y la abracé... <<todo estará bien... tranquila, conmigo todo irá bien, pondré mi vida para cuidarte>>  mi bocas decía eso, pero en realidad era yo el que necesitaba de ella, cada segundo que la veía sufrir era otra puñalada mas a mi pecho, tenía miedo, miedo a ellos y miedo de perderle... miedo de fallar nuevamente...

Cuando los doctores se fueron me adelanté a correr hacia la salida, estaba cerrada... era de esperar... no nos dejarían salir con tanta facilidad, tomé un extintor que había frente a mi y comencé a golpear el candado para que se rompiese... en cualquier momento llegaban ellos y sería nuestro fin... así estuve hasta que oí pasos que se aproximaban por el pasillo, nos escondimos tras las puertas del baño de mujeres, era un guardia, el debía tener acceso a las llaves seguramente, parecía torpe así que me abalancé a el, forzejeamos, tenía mucha fuerza, pero aun asi logré quitarle las llaves, sacó su arma y me disparó en el hombro, grité, pero me abalancé sobre el y logré lanzar su arma lejos, lo golpeé hasta dejarlo semi inconciente, luego abrí el candado y escapamos como pudimos del lugar, ella tenía miedo, yo estaba herido, era facil encontrarme, y con la hemorragia de mi hombro no sería facil llegar lejos... era una selva... era un hospital en medio de la nada... no lo entendía... por que tenían un hospital en un lugar asi... no, no era un hospital... lo que me dijo ese ''doctor era cierto'' ... todo el mundo ahi enloquecía, incluso los doctores... ese no era un hospital, era un infierno... mientras corría me topé con un arbol gigante en el que podíamos refugiarnos, pronto llovería, necesitaba parar la hemorragia pronto, sacar la bala, necesitaba acumular fuerzas y pensar... nos subimos al arbol, llegamos lo mas alto que pudimos, cuidándonos de cualquier ataque de algun animal salvaje o los doctores que quizas nos buscasen... luego tenía fuertes deseos de abrazarla y que ella me abrazase, pero era Valeria nuevamente... me encontraba mal, no pude reaccionar bien... me quedé semi inconciente, y ella se rasgó un trozo de su polera para poder cortar la hemorragia y vendar la zona...

 Al despertar estaba ella en otra rama durmiendo, su ropa estaba toda gastada... mi hombro ya se encontraba en mejores condiciones... pero aun asi me sentía debil... sus manos... estaban ensangrentadas... si, ella extrajo la bala de mi hombro, me salvó de haber muerto por falta de sangre... quería agradecerle, mas no pude, volví a dormir, estaba cansado... luego de un rato al despertar la vi nuevamente ahi... su piel estaba pálida, tenía frio...decidí acercarme para darle algo de abrigo... pero me sentí atraido a ella, su piel, era pura, u¡su cuerpo, me parecía tan provocador... la pose en que dormía, sus mejillas rojas, el vapor que salia de su nariz y boca al respirar en contraste con el frio ambiente... no pude evitarlo... me acerqué y la besé, ella despertó, y se vió conmigo arriba de ella, al principio estaba algo nerviosa, pero mas tarde cedió a lo que yo la inducía, le quité la ropa con delicadeza mientras besaba todo su cuerpo, desde sus labios hasta aquellas partes que involucraban sexo... el frío habia desaparecido, aquella rama era incómoda, pero aun asi no había nada que nos detubiera... le hice el amor con la misma intensidad y sentimiento con el que se lo hice a aquella novia mia... no, esto era mas enfermo... pensaba en ella mientras se lo hacía a Valeria, la cual era dulce victima de mi locura en aumento, hasta yo me impresionaba... a pesar de que debíamos ser discretos intenté hacerla gemir lo mas fuerte que pude, satisfacía todos aquellos obscuros fetiches que tenía, gozaba de su cuerpo como si fuese la ultima vez, mis manos la recorrían por todos lados, ella intentaba frenar un poco, pero no podía, ella tambien era presa de la lujuria, y la locura,  me convertí en un animal... me guiaba por mis instintos, la traté como un objeto, tocaba todo su cuerpo sin respeto a lo que ella gemia, me volví un ser asqueroso, mas al rato despues fue todo lo contrario, fui suave y amable, la besé lentamente, le hice el amor nuevamente, pero ahora besaba con delicadeza todo su cuerpo, rocé sus labios con los mios, y la dejé con deseos de un beso, mas no se lo di, solo le sonreí y la amé...

 Fueron momentos en los que mi personalidad cambió de forma rotunda, luego de todo eso me recosté y ella tambien sobre mi, tenía su cabeza apoyada en mi pecho, y yo lo único que necesitaba era llorar en ese instante, no me sentía bien, aquel sexo no fue por amor, fue tan solo un instinto animal que me guiaba a liberar la tensión acumulada... al no ver a mi chica a mi lado... al haber roto mi voto de fidelidad no pude nada mas que tragar mi impotencia por haber roto mi voto de lealtad... nos tapamos con la ropa que nos habíamos quitado y nos pusimos a descansar... en ese lapso estuve pensando en muchas cosas...

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